viernes, 25 de junio de 2010

Villazón

Dos de los israelíes y los trabajadores de carritos.

BOLIVARIANA -Parte 2


El calor del micro se retiró instantáneamente. Ni bien puse un pie en la terminal de La Quiaca el clima árido propio de la puna jujeña caló profundo y se instaló en mi cuerpo hasta que me cobijé con la bolsa de dormir de Anto – para decirlo con precisión- una amiga copada de mi hermana. En un banco de madera gastada y medio roto me acomodé, convirtiéndome nuevamente en pulpo para aprisionar las cosas que traía acuestas.


No habían pasado muchas horas de mi despedida de Buenos Aires pero ya estaba con cierta picazón de relaciones sociales. Divisé a dos chicos que parecían del lugar que esperaban en la terminal igual que yo. De hecho, muchas personas esperaban en la terminal o hacían tiempo o se resguardaban del frío como si el lugar les invitase a quedarse, olvidando la precariedad de la casa terminal, los vidrios rotos de las ventanas o la desolación puertas afuera, puertas que no cerraban nunca. A uno de los dos chicos le pedí fuego, en parte para recargarme de nicotina, y me quedé hablando con la esperanza de que el tiempo corra más velozmente, con la esperanza de que el frío se aburriera y optara por abandonarme un rato, aún dejando de ser pulpo y a expensas de dejar mi mochila a unos metros de distancia. Mientras uno de los salteños o Maxi me contaba que estaban allí haciendo tiempo porque tenían que recoger un auto – porque trabajaba transportando coches en alquiler de una sucursal hasta la central, en Salta- unos mochileros que estaban cambiándose de ropas me miraban sin disimulo y yo respondía del mismo modo. Sin embargo, nadie dio el puntapié inicial. Primero pensé que eran franceses pero horas más tarde, una vez en la frontera de Villazón me dijeron que eran portugueses (aclaración: estaba muy dormida y eso disminuye considerablemente mis sentidos, menos el de la vista que –de por sí- se encuentra notablemente abreviado por los irrespetuosos y grotescos apuntes que consumí durante cinco años de carrera en la U.B.A.).


Todavía siendo de noche, los salteños me acompañaron y me depositaron del lado boliviano, una vez que cruzamos el casi seco río La Quiaca. La primera impresión que tuve al cruzar fue que estaba en tierra de nadie. Había unas cuantas personas apachurradas en la orilla de la primera vereda con la que uno se topa al cruzar, que sacaban ropa de a montones de bolsas gigantescas, mecánicas como máquinas. Fue una imagen repetida. Ya lo había visto en otro lugar. Luego de recorrer el subconsciente, me acordé de Canguro, una híper feria o “bolishopping” que queda sobre la avenida Constituyentes al fondo (dirección exacta en el conurbano bonaerense), pero a diferencia de aquel lugar, Bolivia no inspira miedo. Ese primer cruce fue sin documentación, sin siquiera la pregunta de un agente pues la frontera aún estaba cerrada.


En la cola para hacer el trámite conocí a un ostentoso grupo de israelíes. Aviran fue el primero en saludar. Papelerío argentino y, viceversa, boliviano. Como tardé en llenar un formulario, los israelíes terminaron antes que yo –aunque estaban después en la fila- y siguieron rumbo, pero quedaron otros dos colgados, también oriundos de Israel, que me adoptaron con una mirada, esas que uno echa cuando hay simpatía y quiere entablar una charla.


-¿Vas para Uyuni?

-Sí, ¿ustedes?

-También.


El desierto de Uyuni es el destino de todos los que cruzan la frontera y están de turismo, menos el de los portugueses mochileros que, como ya habían estado en Bolivia, se dirigían directo a Potosí.

Con mis amigos adoptivos (Liron y Homer) caminamos las siete cuadras hasta la terminal de buses. De camino nos comimos un desayuno bastante feo, con café instantáneo para al menos rellenar el estómago. Cuando llegamos, sacamos los boletos en el único lugar que los vendía con destino a Uyuni. Salía a las tres de la tarde, eran las 9 AM. La obligada espera en ese lugar nos hizo unir al gran grupo de israelíes que esperaban como nosotros y entablar conversación con lugareños.


Carlos Díaz y Raúl Fuentes son los creadores del Sindicato de Carritos, los que cargan el equipaje de los turistas. Dos ruedas de goma y una superficie plana de un metro por un metro fue la herramienta que les permitió levantar el negocio, que en verano –explican- es rentable porque hay mucho caudal de turismo.

En pleno hacer nada, los israelíes vinieron como con un cuento de chusmas “nos quisieron robar”.


-¿Qué?

- Sí. Tené cuidado con los niños, se nos abalanzaron y nos toquetearon los bolsillos.


Minutos más tarde, sentada yo en el monolito de una rotonda -lugar que elegimos como centro de reunión- se me acercó un niño de no más de 10 años. Tenía los ojos llorosos. Se me sentó al lado y le pregunté si estaba bien. El nene no me respondió. Me miraba, miraba todo como temeroso, como queriendo decir algo, pero su boca no se abría. Sus ojos estallaban y yo me estaba desesperando: “Qué te pasa ¿Querés llorar?”. “Sí”, respondió con un gesto. En ese momento los israelíes interrumpieron mi intento de conversación. “Alejate, él nos quiso robar, es peligroso”, me dijeron en inglés. Les respondí que poco me importaban sus intenciones, que era un niño que estaba llorando. Lo miré al pequeño y le dije: “¿Qué pasó? ¿Te mandaste una cagada?”.


-Sí –respondió con mucha timidez, descubriendo una de sus manos que estaba sangrando.

-¿Qué te pasó? ¿Te caíste?

-Sí – volvió a responder con la cabeza.


En ese momento los israelíes entendieron y uno me pidió que oficiara de traductora y que le pregunte si tenía hambre. Así fue que uno de ellos le dejó una moneda y el nene sonrío. Ya más en confianza se recostó justo a mi lado y como lo haría un perrito juguetón, intentó morderme la pierna. Lejos estaba yo de comprenderlo, sin embargo, en ese momento entendí que en este lugar -desconocido para mí- había algo nuevo en la forma de comunicarse y que ahí estaba la clave para acercarme a ellos.


Esa fue mi primera conclusión respecto de esta cultura –cercana en espacio pero de raíces muy lejanas- y mi primera forma de conexión con la gente del lugar, que claramente no estaría ya signada por las palabras.

viernes, 4 de junio de 2010

Éxodo jujeño


BOLIVARIANA - 1

El 3 de mayo partí rumbo a Jujuy en avión desde aeroparque. El pasaje me costó unos 580 pesos hasta San Salvador, dinero que se adicionó a los 80 del remis que me trasladó hasta la terminal de buses y me rompió el orgullo por no tener otra opción que me permitiera escapar a la obscenidad que impone el público cautivo del aeropuerto. Llegamos en unos 40 minutos gracias a la velocidad que imprimió el conductor sobre la máquina que se inmiscuyó dentro de una masa negra, producto de aquella noche sin luna. Los 80 pesos, por suerte, incluyeron la amabilidad del remisero que me ayudó a posarme sobre los hombros la mochila que llevaba a cuestas.



Una vez en la terminal, hice el estudio de mercado correspondiente, aquel que me permitiera viajar a La Quiaca con el menor costo posible, para luego cruzar a pie la frontera. En vano fue aquel esfuerzo por evadir algún que otro peso, todas las empresas barajaban los mismos valores. Balut, la que finalmente contraté, estimaba unos 35 pesos el pasaje.



En la fila de gente que se acumuló en su ventanilla conocí a Elena, una jujeña que había trabajado en Buenos Aires, en el barrio de Belgrano, justo a unas pocas cuadras de donde vivo. Nos quedamos hablando bastante porque el señor de adelante tenía problemitas y nos impedía cambiar de ubicación en la cola. Me contó así que en la city cuidaba a una persona discapacitada que tenía una hija. Una nena con la que se encariño, una niña que tuvo que dejar de ver a su pesar por que la señora, que vivía sobre las barrancas, no le pagó jamás esos dos meses de trabajo. Ahora estaba en San Salvador porque se tenía que operar de los riñones. Había estado internada unos días y no recuerdo por qué finalmente le dijeron que era mejor que se volviera a su casa, que era más seguro por las pésimas condiciones edilicias e higiénicas del centro de salud. Y allí estaba ahora, buscando su DNI en la ventanilla porque le habían sacado el pasaje desde otra sucursal. Largos minutos tardó en encontrarlo hasta que ¡Eureka! Allí estaba Elena documentada.



Cuando las dos tuvimos nuestros pasajes en la mano, me acompañó a comer un paty en los alrededores de la terminal. Yo no había cenado y eran las 12 PM, vale decir, estaba famélica. Finalmente, fueron un pancho y unas papas fritas los responsables de que dejara de tener hambre y comenzara a sentir la sangre más espesa, como consecuencia del aceite refritado, viejo y pasado de las papas, que eran ya las últimas que llenarían un cono de cartón ese día. Y sólo por cinco pesos con cincuenta.



Mientras hablaba con Elena de mil cosas a la vez esperábamos el bus convertidas en pulpo. La mochila de mano y la grande bien juntitas sobre el piso y siempre con alguna extremidad que hiciera contacto con ellas, para no perderle el rastro ni avivar a rastreros.



Elena se fue. “Chau, chau” y teléfono de por medio. A los minutos me subí al mi bus. Dormí placenteramente todo el viaje a La Quiaca. Me tocó sentarme al lado de una chola que venía en el micro de antes. El primer contacto fue de esos que uno no elige, ella dormida, con una pata sobre mi asiento. Una mueca de empatía, una o las dos comisuras de los labios jujeños hacia el norte fue lo que recibí de aquella adorable mujer ante el reclamo del servicio que había adquirido previamente en la terminal. Prefiero recordar su incansable amabilidad, la que dejó el asiento de pana roja calentito como envuelto con una bolsa de agua hirviendo. Así fue que me cobijé con mis calzas de tenis que se intimidad con el frío nocturno norteño pero que no se animan a pedirme más. Un abrigo de corderito se le derramó a la chola hacia la parte de mi asiento. Esa fue su segunda inconciente amabilidad, que emanó calor sobre mi cuerpo cuando me acurruqué cerquita, y el último gesto hasta la parada final. 5 AM.




jueves, 1 de abril de 2010

Miss Pepper: "Comer bien no debe ser un lujo"

Publicado el 26/3 en el suplemento Si!
Texto: Ivanna Barbagallo
Foto: Marcelo Genlote

La francesa Elsa Manelphe encarna a una superheroína que propone una revolucionaria cocina sustentable.
Poner en un bowl. ¿Música? La cantidad necesaria y las ideas ya refrigeradas. Batir hasta obtener una receta rica y barata. Por último, estirar la política con el palo de amasar hasta lograr el tamaño de un plato. Pimentar.



Elsa Manelphe hace política con lo más básico: la comida. Pero esta francesa que cocinó un par de viernes en Un Mundo perfecto, el programa de Roberto Pettinato, lo hace como Miss Pepper, una super heroína que lucha contra la comida chatarra y el delivery. El antídoto son los platos tuneados con muchas especias, quizás porque aprendió a usarlas en su tierra natal: Reunión. Una pequeña isla, colonia francesa cerca de Madagascar, donde convergen culturas gastronómicas de Africa, India, China y Europa.

Esta politóloga y periodista se acercó al arte culinario hace nueve años, trabajando como camarera en París, mientras militaba en el movimiento slow food. Luego se animó a preparar caterings para cumpleaños de conocidos. Ahora la nombraron presidenta de Los discípulos de Escoffier en Argentina y Uruguay, una logia que reverencia al chef inventor de la cocina francesa que hacía acción social desde la hornalla. Es pionera en la cocina sustentable: comidas recicladas que no carecen de sabor. "El año pasado escribí en una revista recetas de cocina y con los restos di recetas de cosmética".


-¿Cómo nació la heroína?

-Escuché a muchos chefs académicos que venden los mejores productos, carísimos, pero comer bien no debe ser un lujo. Lo mejor sería que todos pudieran acceder a los buenos productos, pero hay que ser pragmáticos. La gente pobre piensa que no tienen acceso a la buena cocina pero también se puede cocinar rico con productos baratos.

-¿Cómo se localiza a Miss Pepper? ¿Tiene su 0-800?

-Sí, voy a lanzar una marca de especias, que van a venir dentro de una píldora como de medicina, con un prospecto con comics que dice: llamá a Miss Pepper.

Su espíritu es punk: recupera el "do it yourself" pero para la cocina. Así se ganó una sección en el programa radial Keep Rocking de Zeta Bosio (Rock & Pop) donde improvisaba una receta a partir de una canción, a través del proceso de sinestesia.

-Vos rockera, ¿cuál es ese otro tema que también te gusta?

-Frank Sinatra, me re inspira, tengo un playlist para cocinar.

-¿Cuál fue tu primer CD?

-Red Hot Chili Peppers (cuac).

-¿Qué te gustaría escuchar en este mismo momento?

-Escucharía Grizzly Bear, rock experimental.

-¿Qué receta le iría?

-Haría un sorbete de ají y frutilla, con un poco de vodka. Sería como una entrada helada, cremosa. Me gusta el contraste porque es fresco y picante.


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Bonus track!



Sorbete Frozen Picante
Por Miss Pepper

Un día antes...

- Cortá un ají (morrón rojo) bien limpio y sin semillas en tiritas y congelalo.
- Sacale el cabito a 500 gramos de frutillas bien limpias y congelalas.

Al otro día...

- Poné todos los ingredientes congelados en la licuadora como si fueran cubos de hielo, agregale dos cucharadas grandes de salsa de soja, dos de azúcar y una de tabasco y procesá hasta obtener una crema helada... (el color es divino).
- Servilo y consumilo enseguida, en una copa de helado con un cachito de vodka encima, una hoja de albahaca y pimienta negra molida...

jueves, 25 de marzo de 2010

Emiliano Peña: "Siempre fui un melómano"





Publicado por el suplemento Si! el 19/3

Texto: Ivanna Barbagallo
Foto: Andrés D´Elia


En las fiestas de El Rancho, si no teníamos con qué tocar, tocábamos con cacerolas": así recuerda Emiliano Peña (21) su inicio como DJ, en el 2008, como parte del colectivo arty y fiestero Mugre. Aquella casa en Belgrano, testigo de trasnoches intensas, fue caldo de cultivo de artistas como Lo Pibitos y Beatdekids (Emiliano como DJ a dúo con Mano Leyrado como VJ). Ahora aporta a Undertones su estilo refrescante y apto para el cachengue: miami bass, dubstep, house, tropical.


Criado entre artistas (mamá en la ópera, papá actor) si no compone, ve videos o lee: ¿El último? Uno de sociología, La música en Occidente. Parece haber sólo notas en su cabeza, ¿y en el teléfono? "No, es muy viejo".


-¿Y cuál fue el SMS más raro que te mandaron?

-Me llegaban unos "consejos para conquistar chicas: 'agarrala de atrás y besala'". Raro, ¡nunca mandé ningún mensaje!

-Como DJ, ¿cuál sería ese otro tema que también te gusta?

-Siempre fui un melómano. Me gusta el hardcore y el jazz.

-¿Y ves esa amplitud en la escena electrónica local?

-Sí, y es parte de una revolución: después del 2004 explotaron géneros. Es música con la que podés hablar, más bailable, más social. No abunda la pastilla, no es estar compenetrado en un sonido que te mambea.

-¿Cómo es la actitud del DJ en esa revolución?

-Antes, el DJ tenía que poner lo último pero ahora la data de la música es más accesible y podés poner cosas viejas y nuevas.

-¿Cuál es tu vicio?

-Bajar discos por Internet. Buscar constantemente data de artistas nuevos de diferentes géneros.

-¿Cuál fue el último CD que compraste?

-SEnDCecile Italy, un compilado de artistas italianos que compré por Internet.

-¿Y vos pensás editar?

-Quizás el año que viene. Me estoy nutriendo en la tecnología aplicada al audio, lo que tengo todavía no sale de mi compu.

-¿Qué te gustaría escuchar en este mismo momento?

-¿Ahora, con vos? Un poco de John Coltrane.

viernes, 12 de marzo de 2010

Cuerpo, luego existo


La compañía comenzó con sus ensayos para la temporada 2010 que estrena el 19 de marzo. En exclusiva, el Sí! presenció los intensos entrenamientos de los nuevos... ¿actores? ¿atletas?


Publicado el 5/3 en el suplemento Si!

Por Ivanna Barbagallo


Si Nietzsche viviera se le piantaría un lagrimón. Porque vería algunos de sus conceptos hechos materia en el show de Fuerza Bruta. El espíritu libre: el hombre despojado de los pensamientos del entorno, de todas las estructuras, que deja aparecer la libertad de los instintos naturales. Eso intenta el espectáculo que nació en el 2005, duró tres meses en Buenos Aires y salió de gira al mundo. Laura Mesigos, una de las entrenadoras, asegura: "El director tiene una sensación, no ideas".


Tomás Milton (26) quedó elegido en el casting que congregó a cientos de chicos sedientos de Fuerza Bruta. "Las pruebas fueron bailar murga y correr en una cinta a más de 14 km/h", recuerda. Ambos son los números masculinos. Ellas preparan una caminata sobre un cortinado plateado y una secuencia de nado desincronizado en una pelopincho gigante y transparente, que cuelga del techo (foto). A las 19 se van retirando todos de la sala Villa Villa, en el C.C. Recoleta, después de tres horas diarias de entrenamiento. El trabajo arduo es bien descrito por Tomás: "El cuerpo es el actor principal, no hay texto, entonces está antes que tu cabeza".


Fabio D'Aquila, coordinador general de la compañía que surgió de De la Guarda, amplía la idea de la supremacía del cuerpo.-¿El lenguaje corporal es la clave que permite que funcione en otros lados del mundo?-Tal vez, porque no hay que entender intelectualmente pero se puede vivenciar. FB atravesó Taiwán y Londres y Nueva York (donde un elenco yanqui continúa con el show).


Una de las ideas rectoras es "meterle presión al cuerpo para que éste modifique su estado", explica Fabio: "La gente entra en una escena dramática y se empieza a cargar. Hay momentos en que estás muy pegado a otro y por ahí no te gusta, pasa como en el subte pero acá podés descargar porque al final se pasa música y cae agua y la gente explota. Si ves a chicos lo entendés, pero cuando un tipo de traje o una señora salta bajo el agua te das cuenta a qué nivel se desestructuran".

lunes, 1 de marzo de 2010

"Practico la filosofía barata"

La hija de Leonor Manso y Patricio Contreras tiene su primer protagónico en
"La mosca en la ceniza".
Publicado por el suplemento Si! el 26/2
Por Ivanna Barbagallo

Revivir con cenizas a una mosca ahogada. Aquel truco de campo se resignifica como metáfora en La mosca en la ceniza, el film de Gabriela David que Paloma Contreras (26) coprotagonizó y estrenará el 25 de marzo. Es la historia de dos chicas del noroeste argentino que vienen a Buenos Aires para alejarse de la miseria, pero una trampa las obliga a prostituirse.


-¿Qué tiene de particular el film?

-La carga de mi personaje y que Gaby quería mostrar la relación de dos amigas por eso improvisamos escenas sobre la vida de los personajes previa al conflicto que cuenta la película para que María Laura Cáccamo y yo lleguemos al rodaje con un vínculo.

-¿Te preocupa la problemática?

-Habla de la fragilidad del sistema democrático porque recicla la figura del desaparecido. El Poder Ejecutivo no es el criminal, como pasó en la última dictadura-, pero hay un arreglo con parte del Estado y complicidad de la sociedad.

-¿Pudieron hablar con chicas recuperadas?

-No. Las contactamos a través de una asociación. Se resisten a contar su historia porque son rechazadas y hasta tomadas como putas. Además, son el testimonio vivo de que uno se hizo el boludo.


Permanece con el ceño fruncido hasta que se despega de la seriedad que imprime el tema, entonces se relaja y deforma el lenguaje. Estudia Artes Combinadas en la UBA por placer y porta una tolerancia musical realmente amplia. "Puedo escuchar desde Los Redondos a Luis Miguel porque la música tiene el impacto menos intelectual", asume una Paloma menos intelectual...


-¿Qué temas te hubiese gustado componer?

-Uno es Virgen de riña de IKV.

-¿Viste que están amagando con volver?

-Sí. Queremos que Emmanuel deje esa actitud de Facebook y vuelva a ser lo que era, jaja.

-¿Cuál fue el primer y el último CD que compraste?

-El primero fue Horno para calentar los mares de IKV, el último uno de Diego El Cigala y Bebo Valdez, Lágrimas negras. Y uno de Miranda!, debo decirlo...

-¿Estudio o estadio?

-Volví a las andanzas en el Vélez de Charly y me volví a conectar con la masa. Pero para apreciar sonidos prefiero el estudio.

-¿Qué ringtone tenés?

- Tenía uno que grabamos con amigas de Mujer amante, de Rata Blanca. Lo cambié porque me miraban raro.

-Si tuvieses que inventar un 0800-tu nombre, ¿qué servicios ofrecerías?

-0800-opiniones. Es como psicóloga pero más barato, sin estudiar. Tengo un grupo de amigos con quienes practicamos mucha filosofía barata.

-¿Cuál fue el SMS más raro que recibiste?

(Risas): -"Te voy a atornillar", de un chico con una gran impunidad.

jueves, 25 de febrero de 2010

« Valido la inscripción de este blog al servicio Paperblog bajo el seudónimo iv_sol87 ».

lunes, 15 de febrero de 2010

Juana Repetto: "Es difícil laburar con mi viejo"


En "Nico trasnochado" (sábados a las 23, por El Trece) hace notas indefinidas: "No sé qué es lo que hago".


Publicado por el suplemento Si! el 12/02
Por Ivanna Barbagallo

Algo colgada, desordenada, pasiva. Relajada sí, desatenta nunca. Se pierde y vuelve. Cumple, dice. Vive sola, se asusta, no se gusta. Se raya, es libre, se apabulla: a los 21 años, Juana Repetto participa en el programa de su padre Nico trasnochado (sábados a 23, por El Trece) con notas que ella misma indefine: "No sé qué es lo que hago".

-¿Cómo es la experiencia de trabajar con tu papá?

-El es súper exigente aunque yo sé que cumplo. Es difícil laburar con él porque si tengo un problema no puedo discutir como con un jefe. Le había pedido estar en producción porque no pensé que podía encajar en su programa y porque el año pasado no trabajé: estuve haciendo ropa.

-¿Y con la ropa qué hiciste?

-Regalé mucho. Como cuando cocinás; después no te da hambre. Me gusta reciclar porque sabés cuánto valen las telas y no querés comprar más caro. Si no empezaba a trabajar, iba a estudiar Diseño de Indumentaria.

Pasan los minutos y el café y se le caen pedazos de vulnerabilidad oculta tras el look de chica rocker, de uñas azules despintadas. Juana Repetto se autoproclama fanática de los Beatles, y señala el último tattoo que se hizo en la espalda: "All You Need Is Love".

-¿Qué tema te habría gustado componer?

-No habría podido, me gustaría saber cantar. Act Naturally, de las mejores de los Beatles.

Una estrellita en el tobillo fue el primer tattoo que se hizo, bien tumbero, a los 14. "Era una etapa de rebeldía. Ahora tengo mi personalidad, me agarran rayes conmigo, pero no soy la persona más cuerda que vas a conocer".

-Sos rockera, ¿hay algún otro tema que también te guste?

- El Matador de Cacho Castaña, lo ponen y me vuelvo loca.

-Te acordás del último CD que compraste?

-Me robaron todos y me compré la discografía de Los Beatles. Menos los masterizados, por caros.

-¿Y el primero?

-De Thalia, Chiquititas o Shakira.

-¿Cuál es tu mayor vicio?

-Mis amigos, un vicio sano. Como que no puedo vivir sin ellos. Me divierte juntarme a comer asados, aunque a mí me hacen verduras porque no como carne.

-Si inventaras un 0-800 con tu nombre, ¿qué ofrecerías?

-0-800 te cuido el perro. Me gustan los animales por eso no los como.

-¿Cuál fue el SMS más raro que recibiste?

-Uno de unos árboles de Navidad. O "Jesús y la Virgen te acompañan, reenvía esto a 12 personas".

-¿Cuánto durarías sin celular?

-Una semana. Cada vez menos puedo estar sin teléfono, más que nada por mi vieja: si estoy sin celular se vuelve loca.

-¿Qué tema te gustaría escuchar en este momento?

-Cualquiera de Amy Winehouse. Canta de puta madre y es medio jazzera.

martes, 2 de febrero de 2010

Fantasía corporal

Yamandú Rodríguez, guitarrista de Loquero, presentó su última exposición en La Feliz.

Publicado el 29/1 en el suplemento Si!
Por Ivanna Barbagallo

"¿Existe el sexo sin amor? Todos queremos que nos amen. Por eso nos desnudamos. Chicas expuestas en la era de la autosatisfacción, bajo el brillo naturalmente estimulante de la luz artificial. No queremos estar solas; en fin, no hay uno sólo de nosotros que no sufra. Por eso nos desnudamos ¿Querés entrar? Abajo de la ropa estoy yo. No hay espía, está todo a la vista". Aquel fragmento (de Mariana Mariasch) es la presentación de Daft Punk está tocando en mi habitación, la nueva muestra de Yamandú Rodríguez.

Fotos de chicas con o sin ropa y (siempre) sin rostro se exponen hasta el domingo en Mar del Plata."Me pasó: me pedían que me las cogiese y yo quería sacarle fotos", revela el guitarrista de Loquero, que explora esta temática desde hace siete años, cuando una chica le pidió que le filme sólo la cara mientras ella se masturbaba (vale decir: como el videoclip de Babasónicos, Rubí).

En aquel encargo encontró una atracción: "Me interesan las fantasías que se expresan en los cuerpos". La muestra está en Mundo Dios, galería portuaria donde además nacieron las fiestas Chaav (ver Bonus Track).

El ambiente es intimista, como el cuarto de un artista: sillones, una lámpara de pie, una guitarra para zapadas, Daft Punk de fondo, una puerta que se abre con un cuchillo de untar y los clicks constantes de la cámara.

-¿Cuál fue la situación más rara durante una sesión de fotos?
-Una modelo me pidió que le sacara fotos en un boliche en Valparaíso, Chile. Nos pusimos en una salida de emergencias y, en pleno cambio de ropa, se tiró sobre unas bolsas de basura que había y se cortó la pierna. Justo cayó uno de seguridad que no entendía nada, le explicamos que era una sesión de fotos y seguimos... porque ella me pidió que le sacase mientras sangraba.











Bonus track:

Madriguera marplatense



El lugar es un antro. El lugar es perfecto. Un altillo, varios cuartos, la parte superior de un edificio que se cae a pedazos. Un grupo de 12 amigos que organizan unas fiestas con cada vez más convocatoria en La Feliz: las Chaav.

La séptima se realizó el sábado pasado (con muestra de Yamandú Rodríguez incluída) y podría ser la última por quejas vecinales. Dale duro, Dj Paat, RS per adulti y Guille Bone, (dos que tocaron en bata), Domingo, Dintun (MDQ), Sam y Soan, Lucas Luisao y Operadora estuvieron sacando chispas a los bafles.
Entre los 12 conformam las bandas Krmpack, Domingo, Los Dientes, Tronador y algunos están en la organización de Trimarchi DG, el encuentro de diseñadores gráficos más grande de Latinoamérica, que en 2009 tuvo su octava edición.



"Los organizadores tenemos nuestros propios proyectos y sino los inventamos", asegura Matías "Chaav" Moreno (28), quien le dió el nombre a las fiestas. "En la escuela me decían "Chavo" y no me gustaba, entonces lo deformé. En el grupo nos manejamos muy fruteramente, sin mucho sentido y DJ Paat, otro organizador, me agarro de punto y no paraba de llamarme Chaav. Cuando pensamos en el nombre de la fiesta salió un poco en joda que sea mi apodo", relata Matías. Y agrega una nota al pie: "Ojo, las fiestas no son mías, soy uno de los que menos aporta porque vivo en Capital Federal".

Créditos: Foto 1: Yamandú Rodriguez. Foto 2: Alejandro Mercado

viernes, 22 de enero de 2010

Chicos de calendario


Publicado el 22/1 en el suplemento Si!
Por Ivanna Barbagallo

Doce bloggers de distintas provincias pusieron la cara (¡los cuerpos!) para hacer un almanaque y, con la venta de lo recaudado, comprarán varias compus para hospitales de niños: el primer beneficiado será el Materno Infantil de Mar del Plata.

Mónica Salinas y Ezequiel Alvarez (alias Monika MDQ y Tumbalito, respectivamente) fueron los bloggers mentores del proyecto solidario. "Tratamos de restarle importancia al calendario. Por eso en las fotos nos pusimos a nosotros, personas comunes. Le damos prioridad al objetivo: que PC portátiles con conexión Wi-Fi sean usadas por los chicos. Hay muchos que lo pagaron pero no se llevaron el calendario porque la gente quiere colaborar", relata Ezequiel sobre la iniciativa.

Hace un par de años, él creó Chuenga, un sitio que nació para difundir blogs en el país. Fue ahí donde, más adelante, encontró los bloggers para el almanaque. "Chuenga es un clon de www.meneame.net", admite Ezequiel sobre el original español.

Mónica es una blogger con algunos años en la red marplatense, que indica que con lo recaudado querían también "ofrecer algo cultural". Y denuncia: "Elegimos primero el Materno Infantil de Mar del Plata porque tienen a Mirtha Legrand y a María del Carmen Argüelles (NdR: señora bien de la Feliz) como madrinas pero sólo de nombre. Están abandonados".

La cocina del proyecto fue muy artesanal: un boca a boca y un amigo que preste la cámara para la foto. En principio, las femmes iban a posar pero recularon, así que fueron los machos los que pusieron caras a la obra.

Eduardo Fortes, un blogger de 21 años de Mar del Plata, relata: "Primero eran fotos comunes pero después terminaron siendo más sexies. Me las sacó otro blogger de acá, Cristian Bezkerle, que es fotógrafo pero no quiso salir".

"Ayudé en la organización y el resto de los chicos fueron llevando adelante la idea. Fui de los primeros en posar, me fotografió mi socio", afirma Gonzalo Martínez Hoc, de San Isidro, un blogger retirado de 26 años que se dedica a Namastek, la empresa que armó de diseño web, y a moderar comentarios en Chuenga.

Matías Laporte, de Buenos Aires, es otro de los bloggers veinteañeros que, como nunca había participado de una causa a través de Internet, decidió posar por los más pequeños. Se enteró de la movida por un mensaje que le dejó Mónica en Twitter (del mismo modo que encontró el trabajo de tester de videojuegos que mantiene desde hace siete meses).

A ellos se les sumaron Javier Salinas (Mar del Plata), Lisandro Carnielli (Santa Fe), Mariano Luque (Córdoba), Bachi (Córdoba), Eduardo Farabello (Entre Ríos) y Gustavo Fuentes (La Rioja). El proyecto se llevó a cabo en un mes y sin inversión previa. Crearon la plataforma www.porblogschicos.com y lograron vender 150 almanaques gracias a que cada uno puso lo que tenía a mano: su blog, su cámara, su pose.

domingo, 17 de enero de 2010

"Justicia pero sin violencia"


Publicado en el suplemento Si! el 29/12/09.
Por Ivanna Barbagallo

Ayer, el festival que reclamó el cese de impunidad en casos de represión policial contra jóvenes comenzó pasadas las 18 en Plaza de Mayo. Resistencia Suburbana cerró a la madrugada.

"De acá en más vamos a una lucha fundamental y por el sólo objetivo de que no maten más jóvenes", propaló Rubén Carballo padre, quien dio inicio a la reunión.

Metele Plancha abrió el festejo musical a las 19 y los siguieron Ser Utópico; Umbanda; La Colosa; Viejas Locas (sin Pity Alvarez), quienes luego cambiaron al baterista Abel Meyer por Emiliano "Chato" Rodríguez y tocaron algunos temas con la formación de Motor Loco. Después sonó Ojos locos, El bordo y Resistencia Suburbana, que puso el broche hasta la 1.30 horas de hoy.

Daniela Springer (24), organizadora del evento y víctima de la represión en el Estadio José Amalfitani durante el regreso de la banda Viejas Locas el 14 de noviembre, aseguró que "los equipos de sonido fueron prestados por Fénix", la empresa que organizó el recital en Vélez Sársfield.

Además, la estudiante de Ciencias de la Comunicación de la UBA agregó que habló con la policía para que no se acerque hasta el escenario hasta que, en caso de disturbios, los organizadores del evento se lo pidieran. Los oficiales de la comisaría Nº 2 esperaron afuera de la plaza durante el evento porque no hizo falta su intermediación.

En el tono pacifista en que se desarrolló la velada, la mamá de Rubén gritó al micrófono emocionada: "Quiero justicia pero sin violencia. Que el gobierno haga algo para enseñar a la policía cómo deben tratar a la comunidad para que ellos y nosotros enseñemos a nuestros hijos a valorar la vida a cada instante".

En la primera fila de la columna que marchó a la plaza estaba la diputada Victoria Donda, militante de la agrupación Libres del Sur y alejada del bloque oficialista, quien destacó que le propusieron a Carballo formar una comisión que investigue los casos impunes de represión institucional contra jóvenes.

"La propuesta es porque hay muchos casos de familiares que ni siquiera tienen abogados querellantes y porque creemos que en conjunto es mejor que caso por caso por los recursos que tiene la cámara", agregó.

El caso de Luciano Arruga aunque tiene abogados querellantes entraría dentro de los casos a ser investigados por la nueva comisión porque "necesita apoyo político". La propuesta podrá concretarse a partir de marzo, cuando las comisiones empiecen a funcionar y se elijan las nuevas autoridades.

Entre otros casos, el reclamo se hizo para pedir justicia por Luciano Arruga, Diego Lucena, Walter Coronel, Patricia Gasparoti, Oscar Romero, Mario Velazco, Leonel Cabrera, Romina Oliva, Marcelo Rivero, Joan Marcelo Spindola, Romina Oliva, Piki Cardozo, Marcelo Abalos, Andrea Viera, Rubén Galarza, Adela Martínez, Abraham Arce, César Ceballos, David Ferreyra, Gabriela Martínez, Esteban Ibáñez, Ignacio Ramírez Brisa y Carlos Lopresto.